Cada mañana de estas últimas semanas me he despertado pensando que quiero dejarlo todo atrás e irme sin decirle nada a nadie, sin dejar pista, sin móvil y casi sin dinero.
Me he despertado pensando en huir, como si eso fuese lo mejor que podría hacer, un bien común, aunque no tan común, mas bien un bien muy egoísta, las personas que me aprecian y quieren se preocuparían por mí y me echarían de menos, esto me lleva a lo siguiente en lo que pienso al despertarme, y es, ojalá no querer a nadie y que nadie me quisiera, no tener apego a ningún ser humano, si así fuese me hubiese ido hace mucho, no sé a donde, no sé qué estaría haciendo.
Estoy vacía.
Muy vacía.
No sé que hacer para satisfacerme porque no se quién soy, no me conozco.
No quiero ser nadie.
No quiero ser nada.
No quiero existir.
Me he despertado pensando en huir, como si eso fuese lo mejor que podría hacer, un bien común, aunque no tan común, mas bien un bien muy egoísta, las personas que me aprecian y quieren se preocuparían por mí y me echarían de menos, esto me lleva a lo siguiente en lo que pienso al despertarme, y es, ojalá no querer a nadie y que nadie me quisiera, no tener apego a ningún ser humano, si así fuese me hubiese ido hace mucho, no sé a donde, no sé qué estaría haciendo.
Estoy vacía.
Muy vacía.
No sé que hacer para satisfacerme porque no se quién soy, no me conozco.
No quiero ser nadie.
No quiero ser nada.
No quiero existir.